En El tiempo de los asesinos, el escritor norteamericano Henry Miller (que terminó sus días mendigando a diestro y siniestro la concesión del premio nobel) establece un más que interesante paralelismo entre su vida y la del poeta maldito por excelencia:
La postal no viene con el ensayo de Miller: está aquí para darle color al post. La compré, si no recuerdo mal, en uno de mis viajes a París:
También resulta más que interesante lo que tenga que escribir sobre Rimbaud una de las personas que, vitalmente, menos se le parece: el académico Pere Gimferrer... Aunque, bueno, hay algo en lo que tanto Pere como Arthur eran como dos gotas de agua, como un chaparrón más bien, aunque no lo voy a desvelar... Lo que importa es que el ensayo de este académico nos aporta más conocimiento sobre la obra del poeta maldito por excelencia y eso es lo único que a la postre ha de importarnos: El conocimiento:
Esta otra postal, como la anterior, no viene con el ensayo de Gimferrer. Está aquí para darle color a esta entrada. Si te fijas en la cara de Rimbaud podrás hacerte una idea de los estragos que ocasiona la humedad en mi casa y en concreto en mis libros:
Por la tarde más sobre Rimbaud:
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