Jonathan Bueno Silvestre
EL PROCESO
Por Jonathan Bueno Silvestre
Dedicado al señor bibliófago Rogelio Obaya, por ser dos veces más Rogelio que todos nosotros.
Hacía mucho que Rogelio no escudriñaba en sus recuerdos. No subía al viejo desván ni desordenaba las viejas fotos y los viejos papeles que, amarillentos, se apiñaban dentro de gastadas maletas de cuero.
Hacía mucho que los recuerdos no visitaban a Rogelio. Se entretenían con habitar sedentariamente en una gastada maleta de cuero, en el viejo desván de su propietario.
Por otro lado, Rogelio seguía su ritmo habitual de vida. Iba al trabajo, comía, volvía a su casa y se dormía para luego repetir aquel sistemático proceso nuevamente. Se olvidó lentamente de anudarse la corbata, de mirarse en el espejo, se olvidó de quien era, pero el proceso continuó intacto.
Mientras, en el húmedo altillo, sus recuerdos olvidaron a quién pertenecían y se conformaron con ser las apagadas memorias de una vieja y gastada maleta de cuero.
Por Jonathan Bueno Silvestre
Dedicado al señor bibliófago Rogelio Obaya, por ser dos veces más Rogelio que todos nosotros.
Hacía mucho que Rogelio no escudriñaba en sus recuerdos. No subía al viejo desván ni desordenaba las viejas fotos y los viejos papeles que, amarillentos, se apiñaban dentro de gastadas maletas de cuero.
Hacía mucho que los recuerdos no visitaban a Rogelio. Se entretenían con habitar sedentariamente en una gastada maleta de cuero, en el viejo desván de su propietario.
Por otro lado, Rogelio seguía su ritmo habitual de vida. Iba al trabajo, comía, volvía a su casa y se dormía para luego repetir aquel sistemático proceso nuevamente. Se olvidó lentamente de anudarse la corbata, de mirarse en el espejo, se olvidó de quien era, pero el proceso continuó intacto.
Mientras, en el húmedo altillo, sus recuerdos olvidaron a quién pertenecían y se conformaron con ser las apagadas memorias de una vieja y gastada maleta de cuero.
Muchas gracias por esta publicación, amigo David.
ResponderEliminarLas gracias a ti, querido Jonathan, por un microrrelato tan bueno... Abrazos...
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